martes, 21 de junio de 2011

La falla de seguridad.

¿Te reís de vos mismo? ¿Te permitís ser quién realmente sos? ¿Te aceptás tal cuál sos?
Reírnos de nosotros mismos, de nuestras miserias, de nuestros miedos, permitirnos ser quienes realmente somos y aceptar quienes somos, nos ayudan a liberar ese monstruo que tenemos adentro y que no nos deja disfrutar de las cosas…

Todos tenemos un monstruo, un fantasma adentro que no nos gusta, entonces creamos un sistema de seguridad para que no se note. Mantenemos el monstruo agarradito para que no salga ni se vea, pero a veces el sistema de seguridad falla y el monstruo ingresa y ahí, quedamos expuestos. A veces, eso que tanto queremos ocultar queda a la vista y nos avergüenza. Nos sentimos desnudos, sentimos que todos ven lo que en verdad somos, y somos algo que odiamos. Como si hubiera un Mr. Hyde en nosotros, como si el verdadero “yo” fuera otro, y eso asusta. Nos asusta que falle el sistema de seguridad, que Mr. Hyde se desate y haga alguna locura.

Vivimos alertas, atentos, vigilando el monstruo y así creamos mecanismos, defensas, nos aislamos; todo para que ese supuesto monstruo no salga a la luz. Cualquier cosa que nos saque del lugar seguro nos da miedo. Nos da miedo lo nuevo por que puede provocarnos cosas desconocidas. Odiamos a nuestro monstruo por que desea justamente las cosas que nos dan miedo. Queremos esconder a toda costa esa parte nuestra. Esos deseos que nos inquietan son deseos que supuestamente no tendríamos que tener y nos esforzamos por reprimir. Son deseos que nos dan culpa, vergüenza, deseos que van en contra de la moral, de lo que debe ser…

Nos odiamos cuando nos dominan las pasiones, nos odiamos cuando todos ven eso que queremos ocultar. Odiamos la falla de seguridad, esos huecos que nos desnudan y muestran nuestras miserias, pero la verdad es que a todos nos pasa lo mismo, todos tenemos un monstruito adentro ¿y sabés qué hay que hacer con eso? Reírse de él. Ridiculizarlo, perderle el respeto y el miedo, reírnos de nuestras zonas oscuras, aceptar quienes somos, reírnos de nuestros miedos, ridiculizar nuestros fantasmas, reírnos a carcajadas de nuestras miserias, permitirnos ser quienes somos y desear lo que deseamos, bajar las defensas, aceptar las fallas de seguridad y dejar que Mr. Hyde salga, por que en definitiva ese monstruo es también quien somos…

No hay comentarios: